Ancestralidad, diáspora y danza. A partir de estas tres palabras y del encuentro con personas de la comunidad racializada en Madrid, Marina Santo crea una pieza de danza que dialoga con caminos personales y colectivos en torno al futuro, la memoria, la identidad y el presente. Esta pieza de danza contemporánea es un homenaje a la comunidad de personas racializadas: a través del cuerpo de Benia, Natasha, Julio y Malvin. El público es testigo de la afirmación de sus existencias, de sus vulnerabilidades y de sus potencias tanto a nivel individual como colectivo. Lejos de un relato narrativo lineal, la pieza ocurre en un tiempo donde pasado y futuro se mimetizan con un presente bañado por el universo sonoro diseñado especialmente por el músico Miguel Zamora Sanchez.
Creación y dirección: Marina Santo
Asistencia dramatúrgica y coreográfica: Poliana Lima
Intérpretes: Benia Nsi Ngua, Julio Hu, Natasha Ortiz, Malvin Montero
Diseño de luces: Pablo Seoane
Espacio sonoro: Miguel Zamora
Fotografía y audiovisual: Megane Mercury
Diseño gráfico: Génesis Valenzuela
Pieza realizada con el apoyo de Art for Change (Fundación La Caixa 2022)